San Juan acompañando a su Madre de la Salud, por primera vez en su Besamanos. Hace unos años, viendo unos vídeos de la Semana Santa de Sevilla, salía el paso de la Amargura, y el narrador explicó el simbolismo de la Conversación Sagrada que mantenían. Según cuenta la tradición, la Virgen María estaba en casa de María, Marta y Lázaro la noche del prendimiento de Jesús. San Juan, al presenciar la detención de su Maestro, corrió hacia Betania para avisarla -por lo visto estaba a pocos km de Jerusalem-, y en cuanto amaneció se apresuraron a volver a la ciudad santa. De ahí la actitud de San Juan, como indicando a la Virgen que aligerara el paso, animándola a seguir sin detenerse. Como todos recordamos, y a pesar de que caminaron con bastante rapidez, llegaron a Jerusalem cuando el Señor ya había sido crucificado, aunque todavía tenía vida suficiente para pedirle a su amigo Juan que cuidara de su Madre, y a su Madre que cuidara de todos nosotros.
Gloria a Dios Trinidad y a los cautivos Libertad. Diciembre 2011


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