Me resulta difícil expresar lo que siento con esta diapositiva, me produce un efecto de profunda tristeza y soledad. La oscuridad que envuelve la canastilla del paso y las personas que lo contemplan, las ramas actuando de marco efímero de la venerada imagen, la luz mortecina que la ilumina, el balcón vacío, la pared blanca y lisa. Todo me lleva a pensar en lo inmensamente abandonado que debió sentirse Nuestro Señor en la luminosa mañana de Abril de su Pasión. Una vez crucificado, la terrible expresión "¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?. Uf, me duele ver esta fotografía. Quizás me he dejado llevar por la música que estoy escuchando mientras escribo estas líneas, la marcha "Mektub" de Mariano San Miguel Urcelay.

Gloria a Dios Trinidad y a los cautivos Libertad. Noviembre 2011

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